El principio de la soldadura es el proceso de unir dos o más piezas de metal calentándolas a un estado fundido y luego permitiendo que se enfríen y solidificen. Dependiendo del método de soldadura, este proceso puede implicar la generación de calor suficiente para fundir el metal a través de un arco eléctrico, llama de gas, láser u otra fuente de calor.

Los siguientes son varios métodos de soldadura comunes y sus principios:

Soldadura por arco: use el arco como fuente de calor para fundir metal. La máquina de soldadura reduce el voltaje o la corriente continua a través del reductor de presión y mejora la corriente. La energía eléctrica resultante se convierte en energía térmica, que funde el electrodo y la soldadura. El recubrimiento del electrodo ayuda a proteger el área de soldadura de la oxidación y la nitruración.

Soldadura láser: el uso del láser como fuente de energía, centrado en la superficie del metal, a través de la alta densidad de potencia del rayo láser para fundir el metal, formando una unión soldada. La soldadura láser puede ser soldadura por conducción de calor (para materiales delgados) o soldadura de penetración profunda (para materiales gruesos), que puede crear pequeños agujeros dentro del metal para lograr una soldadura con una gran relación de profundidad a ancho.

Soldadura de gas: use una llama de gas (como una llama de oxiacetileno) como fuente de calor para fundir el metal. El ajuste de la presión del gas y la relación de mezcla puede controlar la temperatura y la forma de la llama, que es adecuada para soldar una variedad de metales.

En resumen, cualquiera que sea el método utilizado, el núcleo de alguna manera genera suficiente calor para fundir el metal y formar una unión fuerte cuando se enfría.